Inseguridad y un paso peatonal que ofrece alto riesgo son dos de los problemas que afectan a los habitantes de los barrios que están ubicados en el sur de la capital nariñense.
Así lo manifestaron moradores de los barrios Niza, Nueva Colombia y San Miguel, entre otros.
En cuanto a la seguridad manifiestan que desafortunadamente existen sectores en donde venden drogas, a los que acuden decenas de jóvenes a proveerse de estupefacientes, hecho que sin lugar a dudas ha disparado de manera alarmante los robos a residencias y los atracos.
“Esta problemática obedece a la escasa vigilancia en estos sectores. Reconocemos que la Policía hace sus rondas de vigilancia, pero no es suficiente por el cuadrante al que le corresponde la vigilancia debido a que el personal de patrulleros es reducido y demasiados los sectores por los que tiene que responder”, expresó el habitantes Luis Emilio Angulo.
Añadió que la inseguridad es propiciada por jóvenes de barrios vecinos, muchos de ellos considerados en situación de alto riesgo.
“Reconocemos que la Policía hace sus operativos en cuanto al tránsito de motocicletas, esto con el fin de frenar los robos a transeúntes. Existen delincuentes que a bordo de estos vehículos esperan que sus víctimas se descuiden para despojarlas de sus pertenencias”, dijo el habitante Luis Emilio Angulo.
Zona de terror
Para la usuaria del puente Lorena Acosta se corre más riesgo en horas de la noche porque el paso deprimido carece de vigilancia policial. “Es un paso de terror, da miedo pasar a cualquier hora del día o la noche. Los atracos son frecuentes, porque no hay vigilancia policial. Un tiempo enviaron a auxiliares bachilleres para que prestaran seguridad y los robos redujeron, pero fue por una época. Ahora no contamos con vigilancia”, dijo la señora Lorena Acosta.
Sitio de alto riesgo
El segundo problema que tienen tanto los residentes de esta zona de la ciudad como los estudiantes de una institución educativa de la zona, es el paso peatonal deprimido, del que aseguran se ha convertido en un atracadero.
De los robos no se han salvado estudiantes, jóvenes, hombres y mujeres de diferentes edades, que obligatoriamente deben cruzar el puente por no atravesar la vía Panamericana en donde su vida corre peligro.
Según la estudiante Diana Rivera, el puente no es prenda de garantía porque además de ser un atracadero se ha convertido en guarida de viciosos que aprovechan la oscuridad para cometer todo tipo de fechorías. “El paso deprimido cuenta con muy poca iluminación, es demasiado peligroso por falta de vigilancia y las paredes están llenas de grafitis, pese a que los estudiantes de la Institución Educativa Municipal Libertad hace algunos días procedieron a realizar su limpieza”, explicó la estudiante Diana Rivera.
Falta mantenimiento
La comunidad de estos sectores del sur de la capital nariñense señala que el paso peatonal está abandonado, hay basura por todos lados, algunos rincones están convertidos en orinales públicos, clara demostración que este sitio no tiene dolientes.
Las basuras es algo que algunos de los residentes no han podido manejar. Por deshacerse de ellas las dejan abandonadas en plena vía, o en la zona verde que hace que el sitio no tenga la mejor presentación.
El estudiante Alexander Tutalchá manifiesta que fue víctima de un atraco a plena luz del día. Cuando intentaba cruzar el puente peatonal dos hombres lo amedrentaron con cuchillos. “Afortunadamente no atentaron contra mi integridad física, nadie me defendió, no había un solo policía. Los dos delincuentes una vez se llevaron mis pertenencias se fueron caminando tranquilamente”, dijo el estudiante.