En el inicio de la segunda fecha de las eliminatorias suramericanas rumbo al Mundial de Rusia 2018, Ecuador siguió ratificando su buen momento y superó por 2-0 a Bolivia en juego disputado en el estadio Atahualpa de la ciudad de Quito.
De entrada, el estado del terreno de juego no ayudó en lo más mínimo a ver un partido vistoso, con dos equipos proponiendo un fútbol vistoso. La incesante lluvia hizo que se formaran grandes charcos que no permitieron rodar bien el balón.
En ese orden de ideas, no hubo ocasiones claras de gol en el compromiso durante el periodo inicial. Ninguno de los arqueros fue protagonista, y las opciones iban llegando paulatinamente conforme el clima lo permitía, aunque con un gran esfuerzo.
Los primeros minutos mostraron al cuadro local con la posesión del esférico, y lanzando constantes centros al área buscando forzar un error en la visita que nunca llegaría. Bolivia defendía muy bien el cero en su arco, y la lluvia favorecía sus intereses de salvaguardar el empate.
Con el transcurrir de los minutos los del ‘Altiplano’ parecían haberse acoplado a la situación del juego, y de a poco, fuero adelantando líneas a sector medio del terreno para trasladar la disputa por el esférico a zona media, donde se hizo verdaderamente imposible transitar a la ofensiva.
Tal vez no por virtud de lo que había hecho Bolivia: el factor climático, sumado a las imprecisiones de los ecuatorianos a la hora de hilvanar jugadas, dejaron el trabajo a la visita mucho más sencillo. No se encontraba un argumento fuerte para la apertura en el marcador.
De a poco, la angustia se iba apoderando del elenco local, que si bien tenía mayoritariamente la posesión del esférico, era impreciso en el área rival. Antes Bolivia tuvo un par de ocasiones claras, una de ellas que se estrelló en el ángulo derecho del portero, que bien pudieron haber significado la apertura en el marcador. Así las cosas, el marcador no se movió en el primer tiempo.
En el complemento, el libreto no cambio, al menos antes del minuto 70 de juego: Ecuador con posesión entera del balón, en un terreno de juego que, al menos, había mejorado en su estado notablemente respecto a lo visto en el periodo inicial.
Bolivia se replegó por completo, dio la iniciativa al local, que tuvo ocasiones claras de gol, e hizo del portero Daniel Vaca la figura del compromiso. De no haber sido por su intervención, el marcador se hubiera abierto mucho antes.
Paulatinamente, Bolivia iba adelantando sus líneas al sector medio del campo, y le complicaba la vida al local, que iba perdiendo poderío ofensivo conforme la visita se afianzaba en la lucha por el esférico en zona medular. Era la fotocopia del periodo inicial.
El partido se tornaba de ida y vuelta aunque sin ocasiones claras de gol para uno u otro lado. Bolivia se dio cuenta de que Ecuador era fácilmente atacable y se decidió por salir a buscar del partido de frente. Si bien Ecuador era el que tenía la posesión del balón, no sabía darle uso efectivo al dúctil.
Hasta que a los 80 minutos llegaría la jugada que desequilibraría por completo el compromiso: Miller Bolaños recibe un balón por sector derecho del campo, se asocia a zona media con segundo castillo, que devuelve el esférico a ver el desmarque de marca de sus compañero, el mismo cae al área, y a la salida de Bacca, y puso la apertura en el marcador.
Hasta el final fue sencillo para el cuadro local mantener su ventaja, pues Bolivia dejó de atacar con insistencia, y pareció más preocupado por evitar que el local aumentara la ventaja, que fue algo que finalmente sucedió en la ultima jugada del compromiso.
Felipe Caicedo es derribado en el área, y el juez central Sandro Ricci no dudó en decretar penal. Al cobro, el mismo afectado, que cobró con fortaleza al centro del arco de Vaca, que nada pudo hacer para evitar una nueva caída de su pórtico.
Cristian Duvan Heredia
Redacción HSBnoticias.com